El THC-O-acetato (THC-O) es un cannabinoide sintético derivado sintético del THC. El THC-O es aproximadamente 3 veces más potente que el delta 9 THC y 5 veces más potente que el delta 8, pero, ¿es seguro?
El THC-O es un análogo sintético del delta 9 THC (tetrahidrocannabinol). Este cannabinoide tarda más en hacer efecto, pero es aproximadamente tres veces más potente que el THC convencional.
Este cannabinoide existe desde hace décadas, pero sólo se ha popularizado en el mercado del cannabis en los últimos meses (probablemente gracias al desarrollo del delta 8 THC). Cada vez está más establecido en la comunidad el concepto de tener más de un tipo de THC disponible.
Los usuarios están mirando más allá u descubriendo una nueva línea de análogos del THC en el horizonte.
Aquí está todo lo que necesita saber sobre el THC-O, incluyendo su dosis, seguridad, reportes de los usuarios, y más.
→ Read in English: THC-O: The Psychedelic Cannabinoid
THC-O (deletreado THCo) es la abreviatura de THC-O-acetato, un análogo sintético del THC poderosamente psicoactivo.
El THC-O produce un efecto similar al de otras formas de THC, pero mucho más psicodélico.
En dosis bajas, los efectos son prácticamente idénticos a los del delta 9 THC, mientras que las dosis moderadas producen efectos psicodélicos, por ejemplo, cambios visuales más intensos y la alteración del espacio mental.
Las dosis altas de THC-O pueden ser bastante incapacitantes.
El THC-O crea un espacio mental totalmente diferente al de otros cannabinoides. Podría compararse a una dosis baja de mescalina, pero con efectos visuales más suaves y un efecto mucho más pesado en el cuerpo y físicamente sedante.
Aunque todavía hay mucho que no sabemos sobre esta sustancia, está claro que sus efectos son mucho más fuertes que los del THC convencional.
El THC-O es un profármaco, lo que significa que no se activa hasta que es metabolizado por el hígado.
Una vez metabolizado, lo que queda es, esencialmente, delta 9 THC. Entonces, ¿por qué este compuesto sería más fuerte?
Hay muchas especulaciones al respecto, pero la teoría es que este fenómeno se debe a la biodisponibilidad.
La versión acetilada del THC tiene una biodisponibilidad más alta que la versión no acetilada. Una vez que se absorbe el THC-O, se elimina el único grupo funcional (-O), lo que permite que el THC ejerza sus efectos como siempre, sólo que a una dosis mucho mayor.
Y aún hay más; existe otro cannabinoide que es aún más fuerte que el THC-O: el THCP. El THCP tiene aproximadamente 30 veces la potencia del delta 9 THC.
Debido a que el THC-O es un profármaco, hay un retraso notable en la aparición de los efectos de esta sustancia. Mientras que el delta 9 THC suele tardar entre 15 y 30 minutos en hacer efecto (por vía oral), el THC-O puede tardar hasta una hora en hacer efecto.
Cuando se fuma o se vaporiza, el delta 9 THC suele hacer efecto en pocos minutos, pero el THC-O puede tardar hasta 20 minutos.
Una vez que los efectos empiezan a aparecer, la llegada es excepcionalmente rápida. La experiencia máxima se suele alcanzar a los 20 minutos de sentir la primera oleada de efectos.
Un error común (y potencialmente peligroso) que la gente suele cometer con este compuesto es impacientarse y tomar una segunda dosis demasiado pronto.
Si ha tomado THC-O y no siente nada después de una hora, es importante esperar al menos una hora más antes de tomar una segunda dosis. Lo último que quiere es que las dos dosis hagan efecto al mismo tiempo de forma inesperada.
Es difícil encontrar THC-O en este momento. Hay algunas empresas que lo venden, como Binoid, Delta Effex, o Bearly Legal. Sin embargo, le recomendamos evitar los cartuchos para vaporizador y consumir las gomitas o tinturas hechas con este cannabinoide.
Hay cierta preocupación sobre la seguridad de vapear THC-O debido a su característico grupo químico de acetato. Muchos usuarios en Reddit ya han empezado a informar de la aparición tardía de tos y congestión pulmonar después de vapear THC-O.
Algunos expertos comparan el riesgo de vapear el acetato de THC-O con el acetato de vitamina E, un compuesto que se encuentra en los cartuchos para vaporizador baratos y que se ha relacionado con una grave afección pulmonar llamada neumonía lipoidea.
No, el THC-O no se encuentra en la naturaleza; es uno de los muchos cannabinoides sintéticos que existen.
El THC-O se considera un cannabinoide clásico, lo que significa que comparte la misma estructura base que los cannabinoides que se encuentran en la naturaleza. La diferencia es que el grupo funcional acetato no se encuentra en la naturaleza.
Más concretamente, el THC-O comparte la misma estructura ABC-tricíclica con una fracción de benzopirano. Esta es la característica que define a todos los cannabinoides clásicos (incluidos el CBC, el CBD, el delta 8 y el delta 9 THC).
Los cannabinoides no clásicos son compuestos que tienen estructuras totalmente diferentes a los cannabinoides naturales. Siguen considerándose cannabinoides porque son capaces de unirse a los receptores endocannabinoides, o de ejercer efectos similares a los cannabinoides. Estos compuestos presentan un riesgo significativamente mayor de efectos secundarios en comparación con los cannabinoides clásicos.
Algunos ejemplos son los naftoilindoles, los ciclohexifenoles y los fenilacetil indoles.
El THC-O no está incluido en la lista de sustancias prohibidas en la mayor parte del mundo, con la excepción de Nueva Zelanda y el Reino Unido.
En los Estados Unidos, probablemente el THC-O está catalogado como una sustancia de la Lista I por delegación en virtud de la Ley Federal de Análogos. Esta ley se aprobó en 1986 y sirvió para prohibir por defecto cualquier análogo de las sustancias existentes de la Lista I. Las sustancias necesitan una exención manual para ser retiradas de esta lista.
Como el THC-O es un análogo del delta 9 THC (que es una droga de la Lista I), es muy probable que el THC-O sea ilegal según la FAA en los Estados Unidos y en la mayor parte de Europa.
En Canadá, el THC-O no aparece explícitamente en la lista de sustancias prohibidas y no hay leyes que prohíban los análogos químicos; sin embargo, es muy difícil encontrar este compuesto en el país.
Nunca se han realizado estudios oficiales sobre la dosis óptima de THC-O. Hasta ahora, sólo hay un montón de reportes anecdóticos de las personas que han probado el THC-O en diferentes dosis.
El consenso general es que el THC-O es aproximadamente tres veces más fuerte que el delta 9 THC, por lo que la dosis sería aproximadamente un tercio de lo que se tomaría normalmente al usar productos de THC regulares.
La dosis umbral de THC-O (la dosis mínima necesaria para producir efectos psicoactivos notables) es de aproximadamente 2 mg por vía oral o 0,5 mg por inhalación.
Esto significa que cualquier dosis superior a ésta tendrá efectos psicoactivos.
El rango estándar de una dosis psicoactiva está entre 1 y 5 mg cuando se fuma, y entre 3 y 10 mg si se toma por vía oral (p. ej. en tintura o gominola).
Las dosis psicodélicas suelen comenzar en torno a los 15 mg, pero sólo se debería consumir dosis tan altas después de haberse familiarizado con los efectos del THC-O en dosis bajas.
Cuando se toma una nueva sustancia por primera vez, es una buena idea empezar con la dosis de umbral. Espere a ver cómo le afecta antes de tomar una dosis más alta en otra ocasión.
El THC-O es un análogo y profármaco del THC; comparte la misma estructura química de base y produce efectos muy similares cuando se fuma, se vaporiza o se consume por vía oral.
Hay muchos tipos diferentes de THC; el más común, sin duda alguna, es el delta 9 THC. Esta es la forma que se encuentra en las plantas de marihuana y en cantidades mínimas en el cáñamo.
Otro análogo popular es el delta 8 THC, que se forma naturalmente cuando el delta 9 se descompone. También se puede fabricar sintéticamente a través de un proceso llamado isomerización, utilizando CBD como materia prima.
Además existe el delta 10 THC, el delta 7 THC, la THCV (tetrahidrocannabivarina), el THCP (tetrahidrocannabiforol) y docenas de otras versiones sintéticas del THC.
THC-O | Delta 9 THC | Delta 8 THC | |
¿Natural o sintético? | Sintético | Natural | Derivado natural |
Concentración promedio en el cáñamo | 0% | <0.3% | <0.1% |
Concentración promedio en la marihuana | 0% | 15–20% | <1% |
Beneficio principal para la salud | Apoyo al sueño y analgesia | Analgésico y antiepiléptico | Apoyo al sueño y ansiolítico |
Receptores blanco principales | CB1 y CB2 | CB1 y CB2 | CB1 y CB2 |
Psicoactividad | Muy alta | Alta | Moderada |
Costo por mg | $0.15 – $0.20/ mg | $0.07 – $0.13/mg | $0.06 – $0.12/mg |
El THC-O comparte la misma estructura de base que el THC, pero con un grupo funcional único unido (un grupo acetato). Esta porción añadida de la molécula hace que sus efectos sean más fuertes que la mayoría de las otras formas de THC.
La versión acetilada del THC (THC-O) contiene un grupo polar (acetato) que hace mucho más fácil que la molécula atraviese las capas sensibles a los lípidos en el tracto digestivo y el cerebro.
Los efectos del THC-O se pueden comparar con los de otras formas de THC. Todas las formas de THC producen un subidón similar, caracterizado por sutiles alteraciones en la forma en que percibimos la información sensorial, incluyendo la vista, el gusto, el sonido y el tacto. Sin embargo, la experiencia con cada versión de THC tiene algunas sutiles diferencias.
Por ejemplo, el THC-O se considera una versión “más pesada” y más psicodélica del THC. Produce un colocón muy pesado en el cuerpo que puede incapacitar al usuario hasta unas horas. El espacio mental puede hacer que te sientas desconectado, y la experiencia visual es mucho más fuerte que con prácticamente cualquier otro isómero del THC.
La experiencia puede ser muy agradable y perspicaz en general, pero también puede ser bastante incómoda si se tiene la sensación de “fundirse” en el sofá. El THC-O no es para todo el mundo, pero aquellos a los que les gusta este tipo de efectos probablemente disfrutarán de la experiencia.
Por otro lado, el delta 8 THC tiene un efecto similar, pero con un énfasis en los componentes más relajantes del subidón del THC; además, es mucho más suave. El THC-O es aproximadamente 5 veces más potente que el delta 8, o incluso más.
Con la misma dosis, los efectos del delta 9 THC y el delta 10 THC son mucho más estimulantes y aproximadamente un tercio de fuertes en comparación al THC-O.
Hoy en día, el THC es fácil de conseguir y es legal en muchas partes del mundo, incluyendo más de la mitad de los Estados Unidos. El coste del delta 9 THC es relativamente bajo. Los principales factores que elevan el precio son la regulación gubernamental y los impuestos, más que el coste de producirlo.
El delta 8 THC es casi igual o más barato que el delta 9. Al estar hecho de cáñamo y no estar regulado por el gobierno federal, se están utilizando cantidades masivas de biomasa de cáñamo para producir este material a escala industrial (lo que hace que el costo baje).
El THC-O, sin embargo, es mucho más difícil de fabricar y es ilegal en los Estados Unidos.
Sólo los químicos altamente cualificados y con acceso a un equipo de laboratorio bastante serio pueden fabricar THC-O de forma segura. Debido a la simple oferta y demanda, el coste del THC-O puede ser bastante elevado (si es que se puede encontrar).
Las leyes que tratan el THC son de las más complejas, contradictorias y confusas del mundo.
Por ejemplo, el delta 9 THC es ilegal a nivel federal; está catalogado en la misma categoría que la heroína y la cocaína. Sin embargo, algunos estados lo permiten si tienes una receta médica para consumirlo. Otros estados permiten que se venda libremente a cualquier persona que supere el límite de edad legal. Estas leyes se contradicen completamente.
Y el tema con el delta 8 THC es un poco más complicado.
El delta 8 THC es legal a nivel federal pero ilegal en algunos estados. A veces el delta 9 es legal, pero el delta 8 no lo es.
Las leyes que respectan al THC-O son aún menos claras porque nunca se ha mencionado este cannabinoide en ninguna legislatura estatal o federal hasta la fecha. Se supone que es ilegal según la Ley Federal de Análogos, pero también hay cierto debate al respecto.
Nunca se han realizado investigaciones formales sobre el THC-O que ayuden a dilucidar sus posibles beneficios. Sin embargo, los informes anecdóticos sugieren que tiene los mismos beneficios generales que las otras formas de THC (alivio del dolor y la ansiedad, inducción del sueño, estimulación del apetito), pero sus efectos son más potentes.
Este cannabinoide tiene un efecto particularmente fuerte en el cuerpo, lo que sugiere que podría ser un isómero útil para controlar el dolor crónico, la ansiedad o el insomnio.
No está claro si el THC-O es totalmente seguro o no.
Nunca se han registrado casos de sobredosis con este cannabinoide y está claro que no tiene el mismo nivel de riesgo que los cannabinoides sintéticos “no clásicos” que se encuentran en productos como K2 o Spice.
El término “no clásico” se refiere a una estructura química que no tiene nada que ver con el THC u otros cannabinoides. Activan los mismos receptores pero no tienen nada en común químicamente con el cannabis.
A principios de la década de 2000, las versiones sintéticas del THC se vendían en todo el mundo como un “subidón legal”. Sin embargo, muchos de estos compuestos resultaron ser peligrosos, e incluso hubo algunas muertes. Algunos de estos compuestos causaron graves lesiones pulmonares, depresión, psicosis, ataques cardíacos, daños renales, convulsiones y mucho más.
El THC-O no parece estar asociado a ninguno de estos efectos negativos y parece compartir un perfil de seguridad similar al delta 8 y delta 9 THC.
Sin embargo, el THC-O suscita una gran preocupación cuando se consume en dabs o vaporizadores.
El acetato de vitamina E se utilizaba antiguamente como aditivo en los cartuchos para vapear. Cuando se calentaba, creaba una serie de subproductos agresivos que dañaban los pulmones de los usuarios. Esto dio lugar a graves enfermedades pulmonares en algunas personas, como la denominada neumonía lipoidea. Esta enfermedad puede ser mortal o dejar cicatrices y daños a largo plazo en los pulmones.
Algunos expertos creen que el grupo de acetato del THC-O puede tener efectos similares en los pulmones. Sin embargo, esto es sólo una teoría; se necesita más investigación para comprender el verdadero perfil de seguridad de este cannabinoide.
El mercado del THC-O está empezando a salir de la clandestinidad. Las empresas como Binoid y Bearly Legal son las primeras de las marcas “convencionales” que empiezan a comercializar THC-O públicamente (a pesar de que probablemente sea ilegal).
Ninguna de estas marcas ofrece pruebas de laboratorio de sus productos de THC-O para demostrar que son puros. Aunque parte de esto se debe al hecho de que simplemente no es tan fácil analizar y detectar el THC-O, sigue sin ser una excusa aceptable.
El THC-O se fabrica con algunas sustancias extremadamente tóxicas y hay muchas cosas que pueden salir mal durante el proceso. Tenemos que probar estos productos para asegurarnos de que son lo que creemos que son. Aunque todavía no podamos probar la potencia del THC-O con mucha precisión, podemos comprobar la presencia de contaminantes o subproductos químicos desconocidos en la muestra, pero nadie está llevando a cabo estas pruebas.
Más allá de estas dos marcas pioneras, la cosa no hace más que empeorar. La mayor parte del THC-O se vende en cartuchos para vapear, que podrían contener literalmente cualquier cosa en su interior. Como si el delta 8 no fuera lo suficientemente sospechoso, el THC-O está en otro nivel por completo.
Relacionado: Los mejores cartuchos de delta 8 THC para vapear (sólo productos probados en laboratorio).
El THC-O es muy fuerte, por lo que no sorprende que los efectos secundarios sean bastante comunes con este compuesto.
Los efectos secundarios más comunes del THC-O incluyen:
En dosis muy altas, este compuesto puede ser incapacitante. Los usuarios afirman no poder moverse con facilidad, sentirse aletargados y tener dificultades para mantener un espacio mental lo suficientemente coherente como para comunicarse con eficacia.
Cuando se utilizan sustancias ultrapuras y de alta potencia, siempre va a haber algún riesgo inherente… y el THC-O no es la excepción.
Aquí hay 7 maneras de minimizar el potencial de daños al usar THC-O:
Hay muchos informes que dicen que el THC-O no será detectado en una prueba de drogas porque es una molécula distinta al delta 9 THC.
Yo digo que es mentira.
El THC-O es un profármaco del delta 9 THC, lo que significa que, cuando se metaboliza, acaba saliendo del cuerpo exactamente en la misma forma. Esto, sin duda, será detectado en un test de drogas.
El THC-O está disponible en las mismas presentaciones que cualquier otro producto de THC. A continuación, presentamos un rápido desglose de los diferentes tipos de productos de THC-O disponibles en el mercado.
Las tinturas son claramente un método superior para consumir productos de cannabis. Son de acción rápida, eficiente y protegen a los pulmones de los efectos secundarios dañinos de fumar o vaporizar. Consideramos que las tinturas (o las gominolas) son el mejor y más seguro método para consumir THC-O.
Empresas que venden tinturas de THC-O:
Necesitará una buena conexión para conseguir un destilado de THC-O. Es difícil de encontrar, probablemente por su aspecto. Este material no es lo mismo que un dab de THC normal: es espeso, negro y aceitoso. No es una sustancia muy atractiva para fumar y puede ser difícil maniobrar con ella por lo fluida que es.
Hasta que se investiguen con más detalle los posibles riesgos de vaporizar THC-O, le recomendamos evitar este método de consumo.
Es probable que el grupo de acetato de la molécula de THC-O cause problemas pulmonares similares a los del acetato de vitamina E.
Las gomitas de THC-O se elaboran mediante la infusión del cannabinoide en una deliciosa base de caramelo gomoso y afrutado. Las gominolas son una forma excelente de consumir cualquier forma de THC. Son relativamente seguras, es fácil calcular la dosis con precisión y son deliciosas.
El proceso para fabricar THC-O se solapa con los pasos utilizados para crear heroína a partir de morfina. El concepto es prácticamente idéntico: tomar un compuesto existente y añadir un grupo de acetato para aumentar la biodisponibilidad.
Le recomendamos encarecidamente que no intente hacer THC-O en casa. No sólo es probable que se meta en problemas con la ley por el mero hecho de conseguir las materias primas, sino que también podría causar una exploción, inhalar humos nocivos o envenenarse con un producto final impuro.
Esto es lo que hace que sintetizar este compuesto sea tan peligroso.
Al menos una parte del proceso para fabricar THC-O requiere el reflujo en un ácido fuerte. Esto hace que los frascos tengan un fuerte vacío mientras se calientan, lo que conlleva el riesgo de una implosión que enviará ácido hirviendo, vidrio, vapores venenosos y líquidos altamente inflamables al aire.
Además, el proceso provoca la emisión de gas peróxido al aire, que es explosivo. Una sola chispa (de una llama, de una descarga estática, de cualquier cosa) puede hacer que todo explote.
El THC-O no es un producto químico nuevo; ya existe desde hace varias décadas. Sin embargo, sólo recientemente (en los últimos meses) ha empezado a ser realmente popular. Es probable que el aumento de popularidad del delta 8 THC esté impulsando el nuevo interés por otros análogos del THC, como el THC-O.
Antes del 2019, solo se conocía un tipo de THC: el delta 9 THC convencional de la marihuana. Ahora se conocen varios tipos diferentes, cada uno de los cuales promete una experiencia única.
Es probable que esta tendencia continúe y el uso de THC-O siga creciendo. Sin embargo, debido a la incertidumbre sobre la regulación legal del compuesto, junto con las dificultades para producirlo y los posibles riesgos de seguridad, es poco probable que el THC-O vuelva tan popular como el delta 8 o el delta 10.