Las pruebas de terceros para los productos de CBD existen para comprobar que lo que anuncia la compañía es verdad.
La industria del CBD no está bien regulada, esto ocasiona que haya muchos fabricantes de CBD sin ética que inflan artificialmente o mienten sobre el contenido de CBD en sus productos. Otras compañías incluso están vendiendo productos que pueden estar contaminados con metales pesados, pesticidas u otros ingredientes dañinos.
Encontrar productos de calidad en CBD es un reto incluso para los clientes más informados.
Aquí es donde entran las pruebas de terceros.
Un fabricante de CBD enviará una muestra de su producto a una compañía independiente para que la analice. Esta compañía realizará sus propias pruebas y proporcionará los resultados.
Realizar estas pruebas aumenta el índice de confianza de un fabricante de CBD porque es menos probable que una empresa externa mienta sobre los resultados de las pruebas de laboratorio. Muchas de estas compañías son altamente reconocidas en la industria y tienen una reputación que mantener al proporcionar pruebas consistentes y precisas.
En este artículo, describiremos cómo funcionan las pruebas de terceros, lo que normalmente se analiza, y hablaremos sobre las ventajas y desventajas de la práctica.
→ Read in English: How CBD Third-Party Testing Works & Why It’s Important
El propósito de las pruebas de laboratorio de terceros o independientes es proporcionar un análisis imparcial de los productos de CBD. Estas pruebas se utilizan para indicar la calidad, la pureza y la potencia de una muestra de CBD.
Las pruebas de terceros son de vital importancia en el mercado actual.
Hoy por hoy, todo el mercado del CBD sigue sin estar regulado, lo que le facilita a las empresas mentir sobre la calidad o la potencia de sus productos. Algunas compañías lo están haciendo para ahorrar unos cuantos dólares comprando cáñamo de baja calidad o incluso contaminado. Otras empresas están exagerando sobre sus perfiles de cannabinoides para aumentar las ventas.
Puede ser difícil distinguir entre las empresas con una fuerte integridad y buenos productos de los aceites falsos y las empresas fraudulentas.
Cualquier buen fabricante de CBD sabe que una industria llena de estafadores y falsas publicidades no le ayudará a largo plazo. Si se permite que esto persista, los gobiernos pueden decidir intervenir y hacer que los procesos sean mucho más difíciles para ellos en el futuro.
Esta es la razón por la que muchos fabricantes pagan las pruebas de terceros con dinero de sus propios bolsillos para que sus productos sean evaluados de manera justa por un laboratorio independiente. Estas compañías publicaran los resultados de laboratorio de cada lote para comprobar que lo que anuncian en la botella es lo que realmente está obteniendo con su compra.
Este es un fuerte indicador de integridad. Las compañías que analizan sus productos con tanta frecuencia no tendrán problemas con los reguladores, pero no es un buen indicador de su integridad.
Nos deja preguntándonos: “¿qué tienen que ocultar?”
La conclusión es que si no puede encontrar pruebas de laboratorio de terceros en el sitio web de una empresa, es mejor que busque otra.
Hay una serie de parámetros diferentes que un laboratorio de terceros puede analizar. Cada tipo de prueba debe ejecutarse individualmente y tendrá diferentes costos.
Estas son las pruebas más comunes realizadas por laboratorios de terceros para los productos de CBD:
La prueba más común realizada por un laboratorio de terceros es el perfil de cannabinoides.
Mediante el uso de técnicas de prueba especializadas como la cromatografía líquida de alto rendimiento (HPLC), se puede cuantificar la concentración de cannabinoides, incluidos CBD, THC, CBC, CBG, CBN y otros. Esto se utiliza para confirmar que la cantidad de CBD que se menciona en la botella es correcta.
Los perfiles de cannabinoides también son importantes para verificar que el contenido de THC sea el que se anuncia. Si los niveles de THC son demasiado altos, el producto puede tener efectos psicoactivos. Esto es indeseable y puede ser peligroso si el comprador no espera obtener efectos psicoactivos con sus productos de CBD. Esto puede resultar en una gran multa, o tiempo de cárcel si el consumidor es atrapado manejando u operando maquinaria mientras se encuentra bajo la influencia psicoactiva del THC, incluso si no fue intencional.
Los terpenos son pequeños compuestos volátiles y abundantes en el mundo de las plantas. Estos compuestos son responsables del olor característico de la planta de cannabis, así como de muchas otras plantas, como los limones, las naranjas, las rosas, los árboles de té y los pinos.
Muchos beneficios terapéuticos de la planta de cannabis se deben a los terpenos de la planta. Algunos terpenos mejoran la absorción de otros cannabinoides como el CBD, mientras que otros ofrecen sus propios beneficios terapéuticos, como la relajación muscular, la sedación, estimulación o el alivio de las náuseas.
En general, los terpenos solo están presentes en los productos de CBD hechos con extractos de espectro completo, ya que deben eliminarse durante el proceso de fabricación de los aislados de CBD.
Por lo tanto, solo las compañías que venden productos de CBD hechos con extractos de espectro completo obtendrán el perfil de terpenos determinado por laboratorios de terceros. Incluso entre estas compañías, es raro analizar el contenido de terpenos.
El cannabis es un bioacumulador, lo que significa que tiene la capacidad de extraer nutrientes del suelo y concentrarlos en sus tallos y hojas.
Desafortunadamente, esto significa que también concentra compuestos dañinos del suelo, como los metales pesados. Si se consumen, estos compuestos pueden causar inflamación y destrucción de las estructuras celulares del cuerpo y deben evitarse a toda costa.
A medida que la contaminación del suelo se vuelve más común, es muy importante tener cuidado con los suplementos nutricionales a base de plantas que están contaminados por metales pesados, especialmente aquellos hechos con bioacumuladores como el cannabis.
Las pruebas para detectar solventes orgánicos se están volviendo menos populares porque la mayoría de los fabricantes de CBD ya no están utilizando solventes para extraer los cannabinoides de la planta de cáñamo.
Las tecnologías de extracción más nuevas, como el CO2 supercrítico, son mucho más seguras que las extracciones basadas en solventes, ya que no requieren el uso de solventes tóxicos para lograr una extracción eficiente.
Sin embargo, muchos laboratorios independientes analizarán la presencia de solventes orgánicos, solo para asegurarse que los productos están libres de estos compuestos nocivos.
Por último, los laboratorios de terceros pueden analizar la presencia de contaminantes biológicos en las muestras.
Esto incluye mohos, hongos, parásitos y bacterias que pueden haber infectado el material vegetal. Si el cáñamo contaminado pasa por el proceso de extracción, contaminará el producto final.
Los contaminantes biológicos pueden desencadenar reacciones alérgicas o causar daños directos al usuario final. Es muy importante que todos los productos de CBD que consuma estén libres de estos contaminantes.
Se pueden probar productos de CBD de varias maneras diferentes y no hay regulaciones oficiales que definan cómo las empresas necesitan probar estos productos.
Dicho esto, el estándar de la industria es HPLC (cromatografía líquida de alto rendimiento) debido a su rentabilidad y alta precisión.
HPLC es el método estándar utilizado para probar la concentración de cannabinoides en la planta de cannabis.
Así es como funciona;
Una pequeña muestra se disuelve en un solvente (típicamente, etanol).
Una vez disuelto, se pone en un tubo largo y delgado, y se aumenta la presión. Esto hace que todos los compuestos individuales se separen de acuerdo a su peso. Las moléculas más pesadas se hunden, mientras que los compuestos más ligeros flotan.
Al final del tubo hay un pequeño orificio de salida para que salgan los compuestos y un detector de luz UV.
La densidad de los compuestos que salen del tubo se mide de acuerdo a su capacidad para absorber la luz UV. El THC y el CBD tienen diferentes densidades y, por lo tanto, saldrán del extremo del tubo en diferentes momentos.
A medida que los compuestos salen del tubo uno por uno, se miden las cantidades.
Al hacer coincidir la cantidad de cada densidad que sale del tubo con las densidades conocidas de los diferentes cannabinoides, se pueden obtener las concentraciones precisas de cada uno.
El PCR es una opción de prueba rápida y económica que se usa principalmente para detectar la contaminación biológica.
Este tipo de prueba analiza cadenas de ADN en una muestra y las compara con los patrones de ADN conocidos de bacterias, hongos y protozoarios.
Dependiendo de qué especies aparezcan y en qué cantidades, los laboratorios de terceros pueden proporcionar información sobre qué tan contaminada puede estar una muestra.
La espectrometría de masas se realiza ionizando primero una muestra de prueba. Una vez que se completa la ionización, la muestra pasa a través de campos electromagnéticos. Esto separa los componentes individuales y los muestra en una gráfica. Al comparar dónde cae cada compuesto en una gráfica con las masas conocidas, podemos identificar los compuestos individuales en la muestra.
La prueba de EM se usa principalmente para identificar la presencia de metales pesados contaminantes, pero también se puede usar para identificar el perfil de cannabinoides.
Las muestras se colocan en un campo magnético y luego se bombardean con ondas de radio. Los cambios en los campos magnéticos se pueden usar para determinar diferentes compuestos en cada muestra.
Estas pruebas son mucho más rápidas que la HPLC y requieren menos solventes para funcionar, lo que las hace mucho más baratas también. Desafortunadamente, la RMN no es tan precisa como la HPLC.
Las pruebas de cannabis pueden variar significativamente según el laboratorio, el tipo de pruebas que se apliquen y la cantidad de pruebas que se realicen.
La mayoría de las compañías cobrarán alrededor de $50 dólares por prueba individual en una muestra.
Para los análisis más completos, que involucran múltiples tipos de pruebas, los paquetes de precios pueden oscilar entre $100 y $300 dólares.
El bajo costo de las pruebas de terceros es bastante razonable para que las empresas las soliciten para cada lote de productos que venden.
A pesar de la rentabilidad de las pruebas de cannabis, un número sorprendente de empresas optan por no llevar a cabo a este paso.
Una empresa de CBD no requiere de las pruebas de terceros para vender sus productos. Sin embargo, la mayoría de los mejores fabricantes de CBD lo están haciendo de todos modos. Esta es una gran señal de la integridad de la empresa.
Cualquiera puede comprar aceites de cáñamo baratos y pegarles una etiqueta atractiva. Pueden anunciar cualquier perfil de cannabinoides que quieran. Nadie va a investigar estas afirmaciones.
Desafortunadamente, esto significa que hay una gran cantidad de estafas en el mercado. Las empresas están vendiendo aceites con niveles minúsculos de CBD diciendo que son de “alta potencia” o aceites contaminados con mohos, bacterias, pesticidas o metales pesados, que en realidad pueden ser perjudiciales para su salud.
Si un fabricante hace todo lo posible para crear productos de primer nivel, la única forma de demostrarlo y distinguirse de los fabricantes no éticos es a través de pruebas de laboratorio independientes.
Estas empresas realizan pruebas de pesticidas, solventes, perfiles de cannabinoides, perfiles de terpenos y contaminación de metales pesados.
En una industria que carece de regulaciones, le recomendamos encarecidamente que solo compre productos de CBD de las compañías que solicitan el análisis de sus productos por laboratorios no afiliados.