“Descarboxilar” es el proceso de activar la marihuana.
Existen varios métodos para descarboxilar la marihuana de manera efectiva.
Así es como funciona.
Contrario a lo que probablemente habrá visto en la televisión, si usted se come una bolsa entera de marihuana cruda, no va a experimentar ningún efecto.
Entonces, ¿por qué la marihuana sólo funciona cuando se fuma, se vaporiza o se hornea?
La respuesta está en la descarboxilación. La descarboxilación activa los efectos psicoactivos de la marihuana a través de la exposición a altas temperaturas (como a la lumbre).
Lo mismo ocurre con los comestibles. En algún momento durante su preparación, el cannabis requiere ser calentado a por lo menos 80 ºC (175 ºF) para que se active.
Así es como funciona la descarboxilación.
→ Read in English: What is Decarboxylation? How Does it Work?
En términos simples, la descarboxilación se refiere a la «activación por calor» de los cannabinoides crudos (como THCA, CBDA, CBGA o CBCA).
Este proceso convierte las moléculas en su forma activa mediante la eliminación del ácido carboxílico (COOH) unido a un extremo de la molécula. Los cannabinoides que tienen esta molécula unida se denominan THCA (ácido tetrahidrocannabinólico), CBDA (ácido cannabidiólico), CBGA (ácido cannabigerólico), ácido cannabicrómico, etc.
La planta de cannabis produce todos los cannabinoides en su forma ácida, por lo tanto, estos compuestos solo se encuentran en los extractos crudos de cannabis (es decir, que no han sido procesados).
La descarboxilación se produce a temperaturas de 80 ºC (175 ºF) o superiores. El calor agregado hace que los enlaces que sostienen el grupo carboxilo se rompan y la molécula se separe.
El ácido carboxílico que se encuentra en los cannabinoides crudos interfiere y evita que las moléculas se unan a los receptores endocannabinoides. Esto impide que el consumidor experimente los efectos terapéuticos y psicoactivos de estas moléculas.
Una vez que este grupo adicional se elimina, los cannabinoides pueden unirse e interactuar con el sistema endocannabinoide, los canales de iones TRP y otros receptores y enzimas distribuidos por todo el cuerpo.
Hay dos factores que influyen en la descarboxilación de los cannabinoides: el calor y el tiempo.
Una vez que se cosechan las plantas de marihuana, el proceso de descarboxilación comienza de inmediato. A medida que la flor se seca, parte del THCA se convierte en THC. Lo mismo sucede con el CBDA y el CBGA. Sin embargo, este proceso puede ser muy lento; a veces puede tardar un año o más en descarboxilar solo el 40% de los cannabinoides.
La forma más rápida y completa de descarboxilar los cannabinoides es exponerlos al calor. Esto se hace al fumar, vaporizar u hornear la marihuana.
La descarboxilación del cannabis no requiere de una temperatura específica; sin embargo, cuanto más calor se aplica, la descarboxilación sucede más rápido.
El punto ideal para la descarboxilación es de alrededor de 105 a 130 °C (220 a 265 °F). A esta temperatura, durante aproximadamente 30 minutos, alrededor del 95% de las moléculas de THCA, CBDA y CBGA se habrán descarboxilado.
Es posible descarboxilar los cannabinoides en una menor cantidad de tiempo al aumentar el calor al que se exponen. Por ejemplo, a 145 ºC (295 ºF), prácticamente todos los cannabinoides se descarboxilan en aproximadamente 3 minutos. El calor de una llama es de alrededor de 2245 ºC (4074 ºF). A esta temperatura, la descarboxilación completa se lleva a cabo en unos cuantos segundos. Es por eso que fumar marihuana produce efectos psicoactivos a pesar de haber expuesto la planta al calor durante tan solo un par de segundos.
La razón por la que los expertos consideran que el punto óptimo de descarboxilación es de alrededor de 120 ºC (250 ºF) es porque las temperaturas excesivamente altas hacen más que solo descarboxilar los cannabinoides. Las temperaturas muy altas destruyen muchos de los componentes valiosos de la marihuana, incluidos los terpenos. También degradan una gran cantidad de THC a CBN, que únicamente tiene alrededor del 10% de efecto psicoactivo.
La descarboxilación mediante calentamiento de baja intensidad es la técnica ideal, siempre y cuando las condiciones lo permitan. La aplicación de calor de baja intensidad durante largos períodos de tiempo conserva otros componentes terapéuticos de la marihuana y del cáñamo, como los terpenos, y maximiza la potencia del producto final.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Mississippi mapeó la eficiencia aproximada de descarboxilación de CBD, THC y CBG a diferentes temperaturas (80 ºC, 95 ºC, 110 ºC, 130 ºC y 145 ºC) [1].
Esto es lo que encontraron:
Energía de activación: 88 kJ/mol
El THCA requirió la menor cantidad de energía para ser descarboxilado y tuvo la mayor eficacia (menor pérdida por formación de subproductos no deseados). La temperatura ideal de descarboxilación es de alrededor de 110 ºC (230 ºF). Genera una descarboxilación de más del 95% tras 25 minutos de exposición.
Energía de activación: 112 kJ/mol
De los tres compuestos, el CBDA requirió la mayor cantidad de energía para su descarboxilación, pero la eficiencia fue mayor que la del CBGA. Esto resultó en una pérdida de alrededor del 15% durante el proceso de descarboxilación. Además, el CBDA pareció ser más resistente al sobrecalentamiento que el CBG.
Energía de activación: 109 kJ/mol
El CBGA tuvo la eficiencia de conversión más baja de los tres compuestos, lo que resultó en una pérdida de casi el 50% debido a la formación de subproductos no deseados. La poca eficiencia de descarboxilar CBGA a CBG es una de las razones por las que este cannabinoide es más caro que otros cannabinoides.
La planta de cannabis produce todos sus cannabinoides en sus formas crudas y ácidas: CBDA, THCA, CBGA, CBCA, etc.
Una vez cosechadas, las flores se secan y se curan. Al terminar este proceso, alrededor del 10-15% de los cannabinoides se habrán descarboxilado. La mayoría de las veces, los fabricantes terminan el trabajo exponiendo la flor de cannabis al calor y después extrayendo los cannabinoides activos (o viceversa).
Sin embargo, actualmente algunos fabricantes optan por saltar el paso de descarboxilación por completo, y otros incluso toman medidas adicionales para evitar activamente el proceso. Estos productos a menudo se encuentran etiquetados como «extractos de cáñamo crudo» o simplemente «aceites de CBDA» o «aceites de CBGA».
¿Cuál es la razón de esto? ¿Existe alguna ventaja en el uso de cannabinoides crudos contra sus contrapartes descarboxiladas?
La respuesta puede variar dependiendo del cannabinoide en cuestión.
La diferencia principal entre el THC y el THCA es que el THCA (la forma cruda) no es psicoactivo, mientras que el THC (la forma descarboxilada) sí lo es. No importa cuánto THCA consuma una persona, el THCA no le colocará.
Si usted se encuentra buscando productos de marihuana recreativa, es mejor evitar el THCA y optar por la versión descarboxilada (o simplemente asegúrese de calentar el producto antes de consumirlo, ya sea fumándolo, vaporizándolo u horneándolo). Esta es la forma más común de THC, por lo que no tendrá que buscar mucho para encontrarlo.
Sin embargo, si usted está interesado en utilizar THC por los múltiples beneficios para la salud, pero no quiere experimentar los efectos psicoactivos, el THCA no procesado es una buena opción.
A pesar de que el THCA no puede unirse a los receptores CB1 de la misma forma que el THC (que produce distintos efectos psicoactivos), esta molécula comparte otros efectos con el THC.
Por ejemplo, se ha demostrado que el THCA proporciona beneficios antiinflamatorios [2], ofrece protección contra algunos trastornos neurodegenerativos [3], y contra la enfermedad de hígado graso [4].
La diferencia en los efectos entre el CBD y el CBDA es sutil, pero algunas investigaciones sugieren que el CBDA podría ofrecer mayor beneficio terapéutico para ciertas condiciones en comparación al CBD convencional. La razón de esto se reduce a la forma en que estos cannabinoides se unen a los receptores. El grupo carboxilo agregado ayuda al CBD a unirse a algunos receptores o enzimas, como 5-HT1A [7], pero dificulta que se una a otros, como COX-2, TRPV1 o TRPA1 [9].
Al igual que el CBD, el CBDA ha mostrado resultados prometedores para aliviar la inflamación [6], la náusea [7], y el cáncer [8]. También existe evidencia de que el CBDA actúa como un inhibidor de la entrada del virus SARS-CoV-2 a las células [10].
Dicho esto, la investigación sobre el CBDA aún está en pañales. Las diferencias específicas en los efectos entre el CBDA y el CBD no están del todo claras, pero por la información disponible hasta ahora, el CBDA parece ser una alternativa prometedora y abundante para manejar más o menos las mismas condiciones de salud.
Relacionado: Un nuevo estudio revela que el CBDA podría bloquear la entrada del SARS-CoV-2.
El CBGA es el punto de partida de casi todos los demás cannabinoides de la planta de cannabis. Las enzimas convierten al CBGA en THCA, CBDA o CBCA. Estos finalmente se descarboxilan en THC, CBD y CBC.
Al igual que otras formas de ácidos cannabinoides, el CBGA está poco estudiado a pesar de conocer su existencia desde hace más de 50 años. Hasta el momento, solo existen pocos trabajos que estudian a este cannabinoide, y la mayoría de ellos son estudios realizados en animales o investigaciones in vitro. Ninguno ofrece evidencia suficiente para hacer afirmaciones acerca de su función.
Dicho esto, los estudios publicados hasta la fecha sugieren que el CBGA ofrece efectos muy similares a los del CBG (para sorpresa de nadie). Es posible que el cambio en la estructura química de este cannabinoide le otorgue algunas ventajas sobre el CBG.
Por ejemplo, estudios preliminares (de simulación) sugieren que el CBGA podría tener una mayor capacidad de unión a los receptores PPAR que el CBG o que el CBD [5]. Los resultados mostraron que el CBGA puede actuar como un agonista total de PPARα y parcial de PPARγ. Comparativamente, tanto el CBDA como el CBG ofrecen solo actividad agonista parcial sobre PPARα/PPARγ. Esto es importante porque la actividad PPAR disfuncional se asocia con trastornos metabólicos, como diabetes, colesterol alto y dislipidemia.
Esto podría sugerir al CBGA como un tratamiento potencial para los trastornos metabólicos y neurodegenerativos, pero se necesitan más trabajos de investigación para proponerlo.
Descarboxilar la marihuana es simple: todo lo que usted necesita hacer es exponer la flor de cáñamo o marihuana al calor y darle tiempo suficiente para que el proceso de descarboxilación se complete por sí mismo.
El truco está en aplicar la combinación correcta de calor y tiempo. Demasiado calor o un tiempo prolongado darán como resultado un producto final más débil debido a la degradación de terpenos y cannabinoides. Muy poco calor y tiempo, dará como resultado efectos más débiles debido a una menor descarboxilación de cannabinoides.
Entre más calor use, menor será el tiempo que tendrá que esperar para que la descarboxilación se complete. Por lo tanto, si usted tiene tiempo, es mejor usar calor de baja intensidad. Por el contrario, si no tiene tiempo, puede realizar una descarboxilación rápida utilizando una mayor temperatura.
Una de las mejores formas de descarboxilar los cannabinoides es utilizando un vaporizador de hierbas secas.
Estos dispositivos están diseñados para calentar el cáñamo seco o la flor de marihuana, activarlos y convertirlos en vapor inhalable.
La descarboxilación es más eficiente al utilizar estos dispositivos en comparación con fumar la marihuana, un proceso que destruye muchos de los cannabinoides activos antes de poder consumirlos.
La mayoría de los dispositivos tienen configuraciones de control de temperatura, por lo que puede elegir la temperatura óptima según sus preferencias individuales. El rango normal para operar un vaporizador de hierbas secas es entre 180 y 230ºC (350-445ºF).
Si mantiene la temperatura en el extremo inferior del espectro, podrá conservar una mayor cantidad de terpenos benéficos que también se encuentran en la flor de marihuana.
Si aumenta la temperatura, obtendrá una descarboxilación más rápida y un vapor más denso con cada inhalación, pero perderá algunos cannabinoides y terpenos.
La mayoría de las personas que usan vaporizadores comienzan con una temperatura más baja antes de aumentar gradualmente la temperatura a lo largo de la sesión para aprovechar al máximo su hierba. Le recomendamos que comience con una temperatura de 180 ºC (350 ºF) y aumente 10 grados cada pocos minutos.
La mejor parte de utilizar vaporizadores de hierbas secas es que la marihuana se puede reutilizar más adelante para hacer mantequilla de cannabis o productos horneados.
Fumar cannabis es el método más común de usar cannabis en cualquiera de sus formas. La llama de un encendedor puede superar fácilmente los 2000 ºC (3600 ºF), un calor más que suficiente para descarboxilar instantáneamente cualquier cannabinoide que encuentre en su camino.
Desafortunadamente, fumar marihuana también genera una gran cantidad de subproductos químicos agresivos como el monóxido de carbono, que no son buenos para la salud. Quemar marihuana a esta temperatura también destruye algunos de los cannabinoides, terpenos y otros fitoquímicos que contribuyen a los efectos generales del cannabis.
Habiendo dicho esto, fumar cannabis definitivamente funciona para la descarboxilación y es sin duda la forma más simple y económica de usar la planta en su forma seca.
Si usted desea preparar comestibles, necesita encontrar otra forma de descarboxilar la marihuana. Uno de los métodos más sencillos es horneándola durante unos minutos.
Para hacer esto, muela el cannabis y extiéndalo sobre una bandeja para hornear o una hoja de silicona. Precaliente su horno a alrededor de 100ºC (210ºF). Una vez que alcance la temperatura, coloque la hierba en el horno y espere aproximadamente 40 minutos.
Este método funciona bien y es el proceso estándar que la mayor parte de la gente usa para hacer comestibles a partir de hierba seca y curada. Sin embargo, no hace un gran trabajo para conservar el sabor del cannabis: la mayor parte del terpeno se evapora y la flor desarrolla un suave aroma «rostizado».
Para reducir la pérdida de sabor, puede disminuir la temperatura del horno, pero deberá dejar la flor por más tiempo para maximizar la eficiencia de la descarboxilación. A una temperatura de 80 ºC (170 ºF), hornee durante unos 60 u 80 minutos.
Este método es una versión mejorada del método del horno. Consiste en colocar la marihuana molida o la flor de cáñamo dentro de frascos de vidrio y posteriormente acomodarlos dentro de una olla a presión durante unos minutos para catalizar la reacción de descarboxilación.
El beneficio de este método es que los tarros sellados reducen significativamente la pérdida de terpenos durante el proceso. El producto final conserva su color verde y gran parte de los terpenos.
Las ollas a presión estándar suelen tener la opción de uno o dos ajustes de temperatura. Esto se regula controlando la cantidad de presión que se permite acumular en el interior antes de que las válvulas de escape disipen parte del vapor del interior. En el estándar de 15 psi, las ollas a presión normalmente mantendrán alrededor de 120 ºC (250 ºF). Por lo tanto, únicamente necesita dejar su flor allí durante unos diez minutos para la descarboxilación completa.
La olla de presión “Instant Pot” funciona muy bien para esto, ya que puede controlar la temperatura con mayor precisión y configurar un temporizador para apagar el dispositivo una vez que alcanza el límite.
Una buena manera de hacer comestibles es infundirlos en un poco de mantequilla o aceite de coco. Parte del proceso implica el calentamiento, que hace la tarea de descarboxilación.
Para seguir este método, derrita un poco de mantequilla en una olla y agregue agua hirviendo. No importa mucho la cantidad de mantequilla o agua que agregue porque de todos modos los separará más tarde. Sin embargo, por cada barra de mantequilla debe agregar alrededor de 3 tazas de agua.
Después, mezcle la flor de cannabis o la flor que ya haya vaporizado previamente.
Encienda la estufa a fuego lento hasta que la mezcla comience a hervir, posteriormente agregue la flor a la mezcla de agua y mantequilla. Deje la mezcla hirviendo a fuego lento durante aproximadamente 30 minutos antes de apagar la estufa y después deje que la mezcla se enfríe.
Cuele las partículas de hierba con una gasa o un colador de malla fina y vierta la mezcla en una bandeja de vidrio. Mantenga esto en el refrigerador durante toda la noche para permitir que la mantequilla infundida se separe del agua.
Después de unas horas, la mantequilla o el aceite de coco formarán una capa endurecida sobre el agua. Todo lo que tiene que hacer es rasparlo, tirar el agua restante y guardar la mantequilla de cannabis en un recipiente sellado. Debido al proceso de calentamiento utilizado durante el proceso, su mantequilla de marihuana quedará descarboxilada y lista para usar.
Si alguna vez ha fumado marihuana, entonces usted ya ha realizado el proceso de descarboxilación de cannabis. El proceso consiste en calentar la flor para eliminar una molécula llamada ácido carboxílico.
Para los cannabinoides no psicoactivos, la diferencia entre la forma descarboxilada es menos evidente, pero estudios preliminares sugieren que las formas crudas y no descarboxiladas de CBD y CBG pueden ofrecer diferencias únicas en comparación con las formas descarboxiladas estándar que estamos acostumbrados a ver.
La descarboxilación hace una gran diferencia con el THC y otros cannabinoides psicoactivos.
El THC no es psicoactivo hasta que se completa el proceso de descarboxilación. El grupo de ácido carboxílico en esta molécula evita que el THCA pueda unirse a los receptores endocannabinoides que producen el colocón característico de la marihuana.
Tiempo (Minutos) | Conversión del CBD (%) | Conversión del THC (%) | Conversión del CBG (%) |
0 | 15.52% | 40.28% | 15.38% |
6 | 16.79% | 48.27% | 17.39% |
12 | 19.46% | 49.04% | 17.71% |
18 | 23.85% | 59.02% | 16.84% |
24 | 24.54% | 62.26% | 16.84% |
30 | 21.57% | 55.48% | 16.33% |
36 | 23.78% | 60.48% | 18.09% |
42 | 25.88% | 65.20% | 20.22% |
48 | 22.54% | 59.18% | 18.56% |
54 | 25.62% | 66.47% | 17.39% |
60 | 26.91% | 67.01% | 19.57% |
Tiempo (Minutos) | Conversión del CBD (%) | Conversión del THC (%) | Conversión del CBG (%) |
0 | 15.52% | 40.28% | 15.38% |
3 | 19.08% | 48.05% | 19.19% |
6 | 25.94% | 61.93% | 25.26% |
9 | 35.15% | 75.04% | 30.00% |
12 | 45.14% | 84.45% | 38.16% |
15 | 53.02% | 88.91% | 46.97% |
20 | 63.30% | 92.14% | 57.63% |
25 | 73.13% | 96.82% | 63.64% |
30 | 78.86% | 97.25% | 74.51% |
35 | 82.43% | 97.40% | 93.33% |
40 | 86.72% | 97.86% | 97.62% |
45 | 89.91% | 98.31% | 97.56% |
50 | 89.60% | 98.46% | 97.67% |
Tiempo (Minutos) | Conversión del CBD (%) | Conversión del THC (%) | Conversión del CBG (%) |
0 | 15.52% | 40.28% | 15.38% |
3 | 33.68% | 75.16% | 31.33% |
6 | 71.73% | 96.66% | 60.34% |
9 | 89.06% | 98.72% | 85.71% |
12 | 93.09% | 99.21% | 93.88% |
15 | 95.85% | 99.36% | 94.00% |
20 | 97.85% | 99.84% | 97.96% |
25 | 98.26% | 100.00% | 97.92% |
30 | 98.55% | 100.00% | 97.92% |
35 | 98.24% | 100.00% | 97.92% |
40 | 99.05% | 100.00% | 97.92% |
Tiempo (Minutos) | Conversión del CBD (%) | Conversión del THC (%) | Conversión del CBG (%) |
0 | 15.52% | 40.28% | 15.38% |
3 | 75.55% | 96.58% | 65.38% |
6 | 93.58% | 98.88% | 95.83% |
9 | 97.77% | 99.23% | 98.11% |
12 | 98.68% | 99.84% | 98.11% |
15 | 99.21% | 99.84% | 98.08% |
20 | 99.34% | 99.84% | 98.04% |
25 | 99.86% | 99.84% | 97.92% |
30 | 99.17% | 99.84% | 97.87% |