El CBD es un suplemento popular para aliviar el dolor, la inflamación y promover el bienestar en general. ¿Es seguro tomar CBD si está tomando codeína?
La codeína (Codotab) es un analgésico opioide utilizado para tratar el dolor de intensidad leve a moderada. También se utiliza como medicamento para la tos y para inducir el sueño.
El cannabidiol, un cannabinoide producido por miembros de la familia del cannabis, aumenta la probabilidad de presentar efectos secundarios al usar codeína.
Aquí encontrará todo lo que necesita saber sobre esta combinación y las señales de alerta que debe tener en cuenta.
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Sí. El CBD interactúa con la codeína prolongando sus efectos e incrementando el riesgo y la severidad de los efectos secundarios.
La gravedad de esta interacción se clasifica como leve cuando el medicamento se toma dentro del rango de dosis recomendadas. Sin embargo, el nivel de riesgo aumenta al utilizar dosis más altas (de cualquiera de los dos compuestos) y con el uso prolongado.
El uso de CBD para potenciar los efectos de la codeína no es seguro y podría provocar efectos secundarios graves o una sobredosis.
Existen dos formas principales en las que el CBD puede interactuar con la codeína:
El metabolismo y eliminación de los fármacos se lleva a cabo en nuestro cuerpo gracias a un grupo de enzimas que pertenecen a la familia del citocromo P450.
La inhibición metabólica sucede cuando dos medicamentos requieren de las mismas enzimas para ser metabolizados. En este escenario, los fármacos terminan compitiendo entre ellos por dichas enzimas. Esto puede resultar en que el metabolismo de uno o de ambos fármacos sea más lento.
La mayor parte de la codeína se metaboliza gracias al citocromo P2D6 también conocido como CYP2D6. El CBD también se metaboliza por medio de esta enzima y es capaz de inhibirla.
Debido a esto, tomar CBD y codeína al mismo tiempo hará que ambos fármacos compitan entre ellos por la enzima.
El resultado será que el nivel de codeína en sangre aumente y permanezca así durante una mayor cantidad de tiempo. También, la competencia puede provocar una desaceleración en la tasa de aclaramiento de la codeína, aumentando su tiempo en la sangre y la probabilidad de presentar efectos secundarios.
Por lo tanto, el CBD puede hacer que el proceso de eliminación de la codeína del cuerpo sea más lento.
Una interacción agonista sucede cuando dos o más sustancias producen el mismo efecto en el cuerpo. Estas sustancias pueden actuar sobre los mismos o sobre diferentes receptores, pero producen efectos similares cuando se consumen juntas.
El CBD y la codeína actúan en el sistema nervioso para bloquear el dolor, prevenir los espasmos musculares y suprimir el sistema nervioso central. Al combinar las sustancias, estos efectos se vuelven mucho más fuertes.
La ingesta simultánea de ambas sustancias puede provocar efectos secundarios asociados a una supresión excesiva del sistema nervioso. Esto incluye: sedación, pérdida del conocimiento, mareo, estreñimiento e incapacidad para concentrarse.
La codeína se clasifica como un analgésico opioide. El CBD y los analgésicos opioides comparten riesgos similares de interacción y de efectos secundarios. La codeína se utiliza para controlar la tos y como analgésico para el dolor de intensidad leve a moderada.
A continuación, le presentamos una lista de medicamentos opioides que comparten un nivel de riesgo similar cuando se combinan con CBD:
El CBD y la codeína se consideran sustancias seguras cuando se usa la dosis recomendada para ambas. El uso prolongado de esta combinación o la administración de dosis más altas de CBD o de codeína no se considera seguro.
Adicionalmente, la interacción entre la codeína y el CBD se considera leve.
Se recomienda tomar estos dos medicamentos con precaución y bajo supervisión médica. Debe hablar con su médico si desea comenzar a usar CBD mientras toma codeína.
Para minimizar aún más el riesgo, se recomienda que tome la dosis de CBD y codeína con al menos dos horas de diferencia y evite usar esta combinación durante más de dos días seguidos. Limite la dosis de ambas sustancias cuando las utilice juntas por primera vez para ver cómo responde su cuerpo.
En algunos casos el CBD puede ser una alternativa viable a la codeína. Sin embargo, la codeína es un analgésico, sedante y supresor de la tos mucho más potente que el CBD.
Un estudio demostró que el extracto de cáñamo con CBD disminuye el dolor en pacientes con dolor crónico y mejora su calidad de vida [1]. El CBD se puede utilizar como una alternativa a los analgésicos que causan adicción, como los analgésicos opioides.
El CBD posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes [2]. Por lo tanto, es posible usarlo en condiciones en las que se usaría codeína u otros analgésicos opioides.
Sin embargo, mientras que el delta 9 tetrahidrocannabinol (THC), otro cannabinoide de la planta de cannabis, ha demostrado ser eficaz para disminuir la tos, el CBD no causa ese efecto [3].
Se ha demostrado que el CBD tiene suficiente potencial para convertirse en un buen analgésico e incluso podría reemplazar a los opioides como la codeína como medicamento para el dolor de intensidad leve a moderada.
La codeína es un analgésico narcótico y un supresor de la tos. Es un profármaco de morfina y pertenece a la familia de los opioides. Tiene propiedades sedantes y también puede deprimir la función respiratoria y tratar la diarrea.
Puede ser más eficaz cuando se combina con otro medicamento llamado acetaminofén.
Nombre del fármaco | Codeína |
Nombres comerciales | Codotab, Cetcod, Code P, Codeina sulfato, Codmine, Codophos, Codotol, Nikodin, Cotabflu, Colrex, Fioricet con codeína, Phrenilin con cafeína y codeína, Ascomp, Cheratussin, Cheratussin Dac, Codar Ar, Codar D, Codar Gf, Codeína Contin, Covan, Damylin con codeína |
Clasificación | Analgésico opiáceo |
Metabolismo CYP | Enzima CYP2D6 |
Interacción con CBD | Inhibidor metabólico, agonista |
Riesgo de interacción | Leve |
La codeína es un tipo de opioide. Actúa sobre el sistema nervioso central y tiene efecto analgésico. Este fármaco se metaboliza en el hígado para producir morfina.
Los opioides se unen a receptores opioides específicos en el sistema nervioso. Existen tres clases principales de receptores opioides llamados μ, κ, y δ (mu, kappa, y delta).
La capacidad de un opioide depende del receptor al que se une. Cada grupo de receptores de opioides desencadena un conjunto específico de respuestas neurológicas. Estos receptores median los efectos psicoactivos y somáticos de los opioides.
Los receptores de opioides son receptores acoplados a proteína G que regulan de manera positiva y negativa la transmisión sináptica a través de la señalización en cadena.
Al igual que la morfina, la codeína es un agonista selectivo del receptor mu. Sin embargo, la codeína tiene una afinidad mucho más débil para este receptor que la morfina.
La codeína y la morfina se unen al receptor mu y causan la hiperpolarización de las neuronas. Esta acción conduce a la inhibición de la liberación de neurotransmisores nociceptivos, provocando un efecto analgésico y una mayor tolerancia al dolor debido a la reducción de la excitabilidad neuronal.
Cuando los opioides se unen a sus respectivos receptores, bloquean las señales de dolor enviadas desde varias partes del cuerpo a través de la médula espinal hasta el cerebro. También hacen que el cerebro libere dopamina, la hormona del bienestar. Esto significa que cada vez que usted tome codeína, puede experimentar algo de sedación y aliviar el dolor, pero también una sensación de bienestar y euforia. Esto puede hacer que el fármaco se vuelva adictivo.
Utilizar este medicamento de manera inadecuada y durante tiempo prolongado hace que el usuario desarrolle tolerancia, teniendo como consecuencia que el usuario tenga que aumentar la cantidad de medicamento para alcanzar el mismo efecto. Suspender la codeína de forma abrupta puede causar síndrome de abstinencia.
En dosis bajas, la codeína puede hacer que el usuario se sienta somnoliento. Pero las dosis altas pueden enlentecer la respiración y la frecuencia cardíaca, lo que podría ser peligroso.
No se permite el uso de codeína en niños menores de 12 años. Se puede usar durante el embarazo bajo estricta supervisión del médico que la prescribió y sólo si el beneficio supera el riesgo potencial del medicamento para el feto. El uso prolongado de codeína durante el embarazo puede resultar en síndrome de abstinencia neonatal a los opioides, que puede ser potencialmente mortal si no se detecta y se trata.
Debido a su naturaleza adictiva, el uso de codeína debe realizarse con precaución. La combinación de codeína con benzodiacepinas y otros depresores del sistema nervioso central (SNC), incluido el alcohol, puede provocar sedación extrema, depresión respiratoria y coma.
La codeína se vende con diferentes nombres. Todos comparten el mismo riesgo e interacciones potenciales.
Otros nombres de codeína incluyen:
El CBD puede enlentecer el metabolismo de la codeína en el cuerpo y aumentar el riesgo de presentar efectos secundarios.
Sin embargo, esta combinación se considera leve y la probabilidad de experimentar reacciones adversas es baja.
A pesar del bajo riesgo, la codeína y el CBD pueden provocar un aumento de los efectos secundarios, algunos de los cuales pueden ser graves. Debido a esto, se aconseja hablar con un profesional médico antes de tomar CBD junto con codeína por cualquier motivo.
Usar CBD como potenciador de codeína, especialmente a dosis altas, es extremadamente peligroso.