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Basado en evidencia

¿El CBD da hambre?

¿El aceite de CBD puede estimular el apetito? No, pero hay otros cannabinoides que sí lo hacen.

Artículo por
Daily CBD ,

Debido a que el cannabidiol (CBD) proviene de la misma planta que nos causa los «munchies», mucha gente se confunde y piensa que el CBD en los aceites, gominolas y productos de vapeo puede estimular el hambre.

Sin embargo, los «munchies» son específicamente causados por el tetrahidrocannabinol (THC). Más específicamente, el impulso de comer todo lo que se ve está relacionado con el THC y el receptor CB1.

El CBD no tiene afinidad para unirse a los receptores CB1 o CB2 del sistema endocannabinoide (SEC) para alterar nuestro comportamiento alimentario.

→ Read in English: Does CBD Make You Hungry?

¿Qué regula nuestra hambre?

El hipotálamo (una zona en el cerebro encargada de producir ciertas hormonas) controla la sensación de hambre, la sed, los niveles de energía, la temperatura corporal, el ciclo de sueño, el deseo sexual y mucho más.

Según la teoría del punto de ajuste del peso (set-point theory, en inglés), estamos programados genéticamente con un rango de peso óptimo para mantener el mejor funcionamiento de nuestro cuerpo. El trabajo del hipotálamo es mantenernos dentro de este rango ideal activando y desactivando las señales de hambre y así mantener la homeostasis (equilibrio corporal).

Para regular el hambre, el hipotálamo recibe información de nuestros niveles de azúcar en sangre (glucosa), del contenido del estómago, los intestinos y de la actividad hormonal.

El hambre es una parte esencial de nuestra supervivencia. Nos hace buscar recursos para alimentar nuestras funciones biológicas; sin embargo, hay veces que este sistema puede ser disfuncional.

Podemos acabar ingiriendo más alimentos de los que necesitamos para obtener energía, lo que provoca un aumento de peso, o bien perdemos el apetito por completo, lo que también supone un riesgo para la salud, ya que no estamos dando a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita para funcionar.

El hipotálamo contiene células nerviosas que, cuando se activan, producen la sensación de hambre liberando dos proteínas, el neuropéptido Y (NPY) y el péptido relacionado con el agutí (AGRP).

Hay señales externas (ambientales) e internas (fisiológicas) que pueden activar esta región del hipotálamo.

Algunos factores ambientales que influyen en nuestro apetito incluyen:

  • Las interacciones sociales
  • El olor de la comida
  • El horario de las comidas
  • Incluso algo tan sutil como la presentación de la comida

Algunos factores fisiológicos que influyen en nuestro apetito incluyen:

  • Cambios en las necesidades energéticas por el aumento del ejercicio
  • Cambios hormonales
  • Embarazo
  • Disfunción de los sistemas que regulan el hambre y el metabolismo
  • Medicación

El CBD puede afectar al apetito de varias formas

Los efectos del CBD pueden presentarse de forma diferente según el individuo.

El CBD trabaja estrechamente con el sistema endocannabinoide (SEC) para ayudarle a cumplir su función de mantener la homeostasis. El nivel de homeostasis de cada persona será diferente dependiendo de la genética, su estilo de vida y los niveles de estrés, por lo que algunas personas pueden experimentar una supresión del apetito cuando toman CBD mientras que otras pueden experimentar un aumento del apetito.

El vínculo con nuestro apetito también puede ser emocional o psicológico [1].

En lo que respecta a la alimentación basada en las emociones, el CBD puede ayudar a aumentar o disminuir el hambre simplemente por su capacidad para regular los niveles de estrés y elevar el estado de ánimo. Es más, el CBD también puede ayudar a tratar los síntomas de la depresión. Muchas personas que experimentan depresión notan un cambio en su apetito.

Debido a que la investigación en humanos sobre el CBD y el apetito es tan limitada, no entendemos el alcance total de los efectos del CBD sobre el apetito. Sin embargo, señalaremos algunas de las formas en que el CBD puede influir en el apetito y hablaremos sobre tres cannabinoides conocidos por inducir el hambre.

¿Cómo puede el CBD aumentar el apetito?

Aunque el CBD en sí mismo no se considera un estimulante del apetito, puede tener algunos efectos que influyen indirectamente en nuestro apetito.

1. El CBD puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad

Muchas personas han empezado a recurrir a los productos de CBD como una forma suave y natural de controlar los síntomas del estrés, la ansiedad y la depresión. Las personas sometidas a mucho estrés o diagnosticadas con trastornos del estado de ánimo suelen presentar cambios en el apetito y en los hábitos alimenticios.

Cuando estamos estresados, el sistema nervioso central activa la respuesta de lucha o huida, liberando la hormona cortisol en el torrente sanguíneo. El cortisol suprime nuestro apetito para que podamos centrarnos en el gasto energético para luchar o huir por nuestra supervivencia [2].

Sinceramente, es muy poco probable que hoy en día nos encontremos con un tigre hambriento del que tengamos que huir. Sin embargo, esta respuesta de supervivencia se activa comúnmente gracias a los factores de estrés psicológico de nuestro mundo moderno, como las dificultades financieras, los problemas de pareja, el estrés laboral y la ansiedad social.

La gestión adecuada del estrés es una forma de promover un apetito normal a largo plazo. El CBD aumenta la actividad del GABA en el cerebro, que contrarresta la respuesta al estrés (algo así como un pedal de freno) [3].

2. El CBD puede reducir el malestar estomacal

Es difícil tener apetito cuando se sienten náuseas o mareos.

Los ensayos preclínicos han descubierto que el CBD es eficaz para calmar las ganas de vomitar, los mareos y el vértigo [4].

Los daños en el oído interno, algunas condiciones de salud, los medicamentos y el tratamiento del cáncer pueden inducir náuseas y vómitos, afectando al apetito. Calmar estos síntomas puede ser suficiente para que las personas recuperen algo de apetito para nutrir su cuerpo adecuadamente.

El CBD es el único compuesto derivado del cannabis que está ampliamente disponible y es legal a nivel federal para esta aplicación. Sin embargo, la mayoría de la gente descubre que es más efectivo estimular su apetito con el THC.

El CBD puede suprimir el apetito

Los efectos del CBD no son precisos como se podría pensar. Dado que la genética, el estilo de vida y la experiencia de cada persona con el CBD pueden variar de forma tan drástica, también pueden hacerlo los efectos del CBD.

Hay más personas que experimentan la supresión del apetito con el CBD en comparación con aquellas que experimentan un aumento del apetito.

Algunos investigadores incluso sugieren que puede ser un compuesto útil para apoyar la pérdida de peso; sin embargo, todavía no hay suficiente investigación para corroborar estas afirmaciones.

Hablemos brevemente sobre algunas de las formas en que el CBD puede reducir el apetito.

1. El CBD mejora la sensibilidad del hipotálamo

El hipotálamo decide si necesitamos comer más y también cuándo hemos comido suficiente. Se ha demostrado que el CBD suprime el apetito voraz al aumentar la sensibilidad del hipotálamo a factores externos [5].

Si el hipotálamo cree que tenemos suficientes reservas de energía para mantener los procesos metabólicos andando, no enviará señales que nos indiquen que debemos comer. Algunas personas que creen firmemente en el CBD para la pérdida de peso dicen que la clave para frenar los antojos innecesarios es mejorar la capacidad de señalización del hipotálamo.

2. El CBD podría potenciar la función mitocondrial

La mitocondria es la “central eléctrica” de las células; es la principal fuente de producción de ATP (la energía que nuestras células necesitan para realizar cada función).

Se ha demostrado que el CBD tiene un impacto directo en las mitocondrias que regulan los niveles de calcio en la sangre, necesarios para la síntesis de ATP [6].

Potenciar la función mitocondrial hace que ésta sea más eficiente a la hora de transformar la grasa y los azúcares que comemos en energía para nuestras células. La teoría es que, si somos más eficientes en el uso de la energía que consumimos, nuestros antojos se reducen.

Es importante recordar que tampoco hay suficientes pruebas que respalden que el CBD sea un buen supresor del apetito para perder peso de forma significativa por sí solo, así que es mejor pecar de precavido cuando se compren productos de CBD comercializados para la pérdida de peso.

El CBD no es el mejor estimulante del apetito, pero aquí hay 3 cannabinoides que sí lo son

El CBD no es un compuesto muy fiable para aumentar el apetito. El cannabidiol inhibe el apetito en algunos individuos y lo aumenta en otros, pero sólo en condiciones muy específicas.

Aquí hay otros tres cannabinoides que ofrecen mucha más utilidad como estimulantes del apetito.

1. Delta 9 THC

El delta 9 THC es el cannabinoide más abundante en las plantas de marihuana. Tiene una gran afinidad para unirse a los receptores CB1 en el sistema nervioso central para alterar nuestros sentidos, la percepción del tiempo e inducir un estado de ánimo eufórico.

La interacción del THC con los receptores CB1 estimula la misma zona del cerebro que regula nuestra sensación de hambre y el equilibrio energético al promover la liberación de grelina, también conocida como la hormona del hambre [6].

Además, el estado de ánimo elevado y la capacidad de respuesta a la luz, el olor y el sonido pueden aumentar nuestra atracción por la comida y potenciar su sabor. La percecipción mejorada de la comida puede hacer que queramos comer cuando, para empezar, no teníamos apetito.

2. Delta 8 THC

Hay muchas variaciones de THC. El delta 9 es el más abundante, y el delta 8 THC le sigue de cerca.

La interacción del delta 8 THC con los receptores CB1 del cerebro también provoca efectos psicoactivos y el aumento del apetito, aunque no con tanta fuerza como con el delta 9 THC.

Mucha gente afirma que los efectos del delta 8 son mucho más suaves y tranquilos que el subidón de la marihuana, por lo que la gente disfruta consumiéndolo para obtener un subidón más concentrado y productivo.

Dado que el delta 8 y el delta 9 son diferentes isómeros del mismo cannabinoide, es comprensible que tengan un perfil de efectos muy similar. Curiosamente, el delta 8 THC se considera legal, mientras que el delta 9 no lo es.

Esto se debe a la interpretación de la Ley Agrícola del 2018 que legalizó la producción y venta de cultivos de cáñamo industrial y sus derivados, incluido el delta 8.

No se menciona el estatus legal específico del delta 8 THC en esta Ley Agrícola, por lo que se encuentra en una zona gris legal. Se considera técnicamente legal siempre que se coseche a partir de cultivos de cáñamo que cumplan con la Ley Agrícola. Algunos estados tienen regulaciones sobre el THC, y puede ser ilegal dependiendo del estado en el que viva.

3. CBG

CBG significa cannabigerol, y se conoce como el “padre de los cannabinoides” porque es el precursor del CBD y el THC.

También se ha demostrado que el CBG estimula el apetito. En un estudio preclínico con un grupo de ratones, se ha visto que el CBG es seguro y bien tolerado para aumentar el apetito [7].

Tanto el CBG como el THC tienen afinidad para unirse a los receptores CB1 y CB2 que pueden ayudar a regular las hormonas que alteran nuestro estado de ánimo, el apetito y la percepción del dolor. Sin embargo, se sabe que el CBG no estimula los receptores CB1 en el cerebro con la misma eficacia que el THC, por lo que el CBG no se considera un compuesto psicotrópico.

Algunos estudios han descubierto que el CBG bloquea ciertos efectos psicotrópicos del THC al competir por los mismos receptores, lo que convierte al CBG en un compuesto más apropiado para aumentar el apetito sin ningún efecto que altere la mente.

En conclusión: ¿el CBD puede dar hambre?

El CBD es un compuesto interesante porque los informes sobre su uso varian significativamente de una persona a otra pero no deja de ser bien tolerado y seguro.

Al buscar pruebas de que el CBD puede aumentar el apetito, hay muy poco que podamos concluir con definición.

El CBD interactúa con la función mitocondrial, mejora nuestra respuesta al estrés y reduce la inflamación afectando indirectamente nuestro metabolismo energético y quizás así puede influir en nuestro comportamiento alimentario.

Sin embargo, el CBD no es tan eficaz para aumentar el apetito como el THC y el CBG.

El delta 9 THC no es para todo el mundo debido a sus potentes efectos psicotrópicos y a su ilegalidad en los Estados Unidos. No obstante, una versión legal y más sutil, el delta 8 THC, parece un cannabinoide prometedor al que se puede recurrir para estimular el apetito.

Aunque el delta 8 es un isómero del THC que conocemos y amamos, los efectos psicoactivos del delta 8 pueden seguir siendo muy fuertes para la mayoría. En ese caso, el extracto de CBG podría ser la mejor opción para estimular el apetito. Este cannabinoide activa los mismos receptores que el THC para mejorar el estado de ánimo y estimular los centros de control de la alimentación del cerebro sin efectos psicoactivos.


Referencias

  1. Macht, M. (2008). How emotions affect eating: a five-way model. Appetite, 50(1), 1-11.
  2. Chao, A. M., Jastreboff, A. M., White, M. A., Grilo, C. M., & Sinha, R. (2017). Stress, cortisol, and other appetite-related hormones: Prospective prediction of 6-month food cravings and weight changes. Obesity (Silver Spring, Md.), 25(4), 713–720. https://doi.org/10.1002/oby.21790
  3. Pretzsch, C. M., Freyberg, J., Voinescu, B., Lythgoe, D., Horder, J., Mendez, M. A., … & McAlonan, G. M. (2019). Effects of cannabidiol on brain excitation and inhibition systems; a randomized placebo-controlled single-dose trial during magnetic resonance spectroscopy in adults with and without autism spectrum disorder. Neuropsychopharmacology, 44(8), 1398-1405.
  4. Parker, L. A., Rock, E. M., & Limebeer, C. L. (2011). Regulation of nausea and vomiting by cannabinoids. British journal of pharmacology, 163(7), 1411-1422.
  5. Ryan, D., Drysdale, A. J., Lafourcade, C., Pertwee, R. G., & Platt, B. (2009). Cannabidiol targets mitochondria to regulate intracellular Ca2+ levels. Journal of Neuroscience, 29(7), 2053-2063.
  6. Bermudez-Silva, F. J., Romero-Zerbo, S. Y., Haissaguerre, M., Ruz-Maldonado, I., Lhamyani, S., El Bekay, R., … & Cota, D. (2016). The cannabinoid CB1 receptor and mTORC1 signaling pathways interact to modulate glucose homeostasis in mice. Disease models & mechanisms, 9(1), 51-61.
  7. Brierley, D. I., Samuels, J., Duncan, M., Whalley, B. J., & Williams, C. M. (2016). Cannabigerol is a novel, well-tolerated appetite stimulant in pre-satiated rats. Psychopharmacology, 233(19), 3603-3613.

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