Mezclar cannabis con psicodélicos es una práctica habitual, pero ¿es seguro?
Algunos consideran que la combinación aumenta la potencia de la experiencia; otros consideran que les ayuda a relajarse.
Muchas personas mezclan el cannabis con psicodélicos como el LSD, las setas mágicas o la mescalina, pero ¿deberían hacerlo?
¿Cuáles son los riesgos de combinar productos de cannabis con alucinógenos? ¿Cuáles son los beneficios?
En este artículo, vamos a echar un vistazo a la relación entre el cannabis y los psicodélicos.
Exploraremos las razones por las que la gente puede elegir combinar el cáñamo no psicoactivo o la marihuana psicoactiva con sus psicodélicos y ofreceremos algunos consejos para hacerlo de manera segura.
→ Read in English: Can I Mix Cannabis With Psychedelics? Risks vs. Benefits
La palabra psicodélico(a) significa “manifestación de la mente”. Coloquialmente, el término se refiere a aquellas sustancias que producen cambios en la percepción sensorial. Estas pueden producir alucinaciones elaboradas y realidades alternativas, o pueden hacer que los objetos del entorno parezcan moverse y fusionarse.
La mayoría de las personas que han consumido tanto un psicodélico (como las setas mágicas o el LSD) como la marihuana estarán de acuerdo en que el cannabis no es particularmente psicodélico.
El cannabis no produce alucinaciones ni induce la muerte del ego, algo que muchos consideran el clímax de la experiencia psicodélica.
Sin embargo, hay un sorprendente solapamiento entre los cannabinoides y los psicodélicos en cuanto a su mecanismo de acción.
De hecho, las dosis muy elevadas de tetrahidrocannabinol (THC, el ingrediente psicoactivo de la marihuana) pueden producir distorsiones visuales y auditivas similares a las del LSD o la psilocibina (el ingrediente activo de las setas mágicas).
Hay un número sorprendente de compuestos psicodélicos, tanto naturales como sintéticos. Sin embargo, la mayoría de ellos funcionan más o menos de la misma manera.
La mayoría de los psicodélicos clásicos, como el LSD, la mescalina, el DMT y las setas mágicas, actúan activando los receptores de serotonina 5HT2A, a menudo denominados receptores psicodélicos.
Estos receptores se encuentran en todo el cerebro, pero son especialmente abundantes en la corteza [7], que es la capa más grande y externa del cerebro. La corteza cerebral responsable de todo el funcionamiento ejecutivo de alto nivel, incluyendo la percepción, la memoria, la imaginación y la acción física voluntaria.
La activación de este receptor también puede producir cambios en otros procesos cognitivos, como la red neuronal por defecto (RND). La RND es una red interconectada de regiones cerebrales que dirigen nuestros procesos de pensamiento y rumiación. Se cree que la RND es la fuente física de nuestro “ego”.
Cuando tomamos psicodélicos, la RND se vuelve menos activa, lo que se cree que es la causa de lo que muchos consideran la “disolución del ego”, una experiencia que puede cambiar la vida.
Antes de ahondar más en el tema, hablemos brevemente sobre algunos de los psicodélicos más populares con los que la gente combina el cannabis.
LSD significa dietilamida del ácido lisérgico. Es uno de los psicodélicos más potentes del mundo; produce fuertes alucinaciones en dosis inferiores a los miligramos.
Para ponerlo en contexto, la dosis psicoactiva de THC suele comenzar en torno a los 10 mg.
Como la mayoría de los psicodélicos, el LSD tiene un impacto muy suave en el cuerpo (físicamente, al menos). Nunca se ha registrado una sobredosis de esta droga.
Sin embargo, los efectos psicológicos pueden ser enormes. La mayoría de las personas que consumen LSD lo consideran una de las experiencias más impactantes de su vida.
Los ingredientes activos de las setas mágicas son la psilocibina y la psilocina. Hay cientos de especies de setas que contienen estos ingredientes, pero el grupo más grande y común es el género Psilocybe.
Las setas mágicas suelen ser psicoactivas en dosis de unos 2 gramos o más. Los efectos son muy similares a los del LSD, pero tienden a producir una carga corporal (física) más fuerte.
DMT significa dimetiltriptamina. Hay muchos tipos diferentes de DMT, pero los más comunes son el 5-MeO-DMT (que se encuentra en el sapo Bufo alvarius así como en forma sintética), y el N,N-DMT, el ingrediente activo en el brebaje psicoactivo de la selva amazónica conocido como ayahuasca.
Los efectos de la DMT son muy efímeros. Cuando se fuma, la experiencia completa dura apenas 20 o 30 minutos. La única excepción es la ayahuasca, que puede durar varias horas.
La mescalina es el principio activo del Peyote o el cactus de San Pedro. Es muy similar al LSD y a las setas mágicas, pero con una acción más estimulante.
Se han fabricado muchos otros psicodélicos sintéticos utilizando la mescalina como base, como el 2C-B, el 2C-C y el DOM.
La ketamina se considera una “droga sucia”.
Aunque esto suena mal, no significa lo que cree que significa.
Una droga sucia es un término informal para referirse a las sustancias que no se dirigen a un receptor específico, sino que activan muchos receptores diferentes para producir los efectos combinados.
Uno de los muchos receptores activados por la ketamina son los receptores endocannabinoides CB1. Se cree que éste es el principal mecanismo implicado en la actividad analgésica de esta sustancia [6].
Los cannabinoides pueden potenciar (hacer más fuertes) los efectos analgésicos de la ketamina.
Muchos de los cannabinoides de las plantas de cáñamo y marihuana también interactúan con los receptores psicodélicos, aunque en un contexto diferente al de las sustancias psicodélicas.
La mayoría de los cannabinoides actúan activando o modulando el sistema endocannabinoide (SEC). Este sistema se conforma de una serie de receptores y neurotransmisores encargados de regular la homeostasis (equilibrio) del cuerpo.
Curiosamente, el SEC está íntimamente relacionado con el sistema de la serotonina. Cuando algún compuesto interactúa con uno de estos sistemas, también afecta indirectamente al otro.
Tanto el sistema de la serotonina como el sistema endocannabinoide están muy implicados en la homeostasis y la regulación del estado de ánimo, el hambre, el sueño, la cognición, y más.
Un estudio publicado en 2015 descubrió que uno de los receptores del SEC (CB1) forma complejos heterómeros con los receptores 5HT2A [2]. Esto significa que, a veces, ambos receptores se fusionan en un “súper receptor” que puede hacer cosas que ninguno de los dos receptores puede hacer por sí solo. Estos complejos heterómeros tienen sitios de unión para los agonistas del receptor 5HT2A (como el LSD) y los agonistas del receptor CB1 (como el THC).
Se cree que la capacidad del THC de unirse a la porción CB1 activa estos receptores combinados, causando efectos similares a los de otros psicodélicos como el LSD o las setas mágicas.
Otros estudios han descubierto que estos complejos heterómeros CB1/5HT2A median tanto los beneficios analgésicos positivos del THC, como sus efectos amnésicos (pérdida de memoria) [3].
Se ha demostrado que otros cannabinoides aumentan o potencian la actividad de la serotonina en los receptores 5HT2A de la corteza prefrontal [4].
Esta relación funciona en ambos sentidos. Un estudio descubrió que un aumento de la actividad de los 5HT2A estimulaba la liberación de endocannabinoides [5].
La relación entre los receptores psicodélicos 5HT2A y el sistema endocannabinoide se considera uno de los principales mecanismos de los efectos antidepresivos de los psicodélicos como el LSD o las setas mágicas.
Existen varios tipos de receptores de serotonina. Aunque se cree que el tipo 5HT2A es el principal responsable de los efectos psicodélicos, también hay otros que pueden influir en aspectos como el estado de ánimo, el hambre, la agresividad, la ansiedad y más.
Los estudios han descubierto que la anandamida, uno de los principales endocannabinoides del cuerpo, activa los receptores de serotonina 5HT1A. El CBD tiene una forma y función muy similar a la anandamida y también se une a este receptor de serotonina.
Curiosamente, el CBDA (la versión no descarboxilada del CBD) tiene una mayor afinidad de unión a los receptores 5HT1A. Se cree que este efecto es la razón por la que los productos de CBD crudos, sin calentar, ofrecen el mayor efecto contra las náuseas.
Se ha demostrado que la activación del receptor 5-HT1A por parte del CBD provoca una disminución de la presión arterial, una reducción de la temperatura corporal, y una disminución del ritmo cardíaco y del dolor [1].
Es una práctica habitual que la gente mezcle productos de cannabis con sus psicodélicos. Algunas personas afirman que ayuda a suavizar la experiencia y a evitar los “malos viajes”, mientras que otras se oponen a ello y afirman que la combinación es aterradora.
Así que, ¿cuál es la verdad? ¿El cannabis y los psicodélicos deben tomarse juntos?
Por desgracia, la respuesta es “depende”:
La verdad es que mezclar cannabis con psicodélicos, en cualquier contexto, es completamente impredecible. Depende totalmente de su experiencia personal con ambas sustancias, de la dosis que utilice y del momento en que tome cada compuesto.
Métrica | Marihuana (THC) | Cáñamo (CBD) |
Efectos psicoactivos | Leves a moderados | No es psicoactivo en absoluto |
Efectos de las dosis bajas | Calmantes y ansiolíticos | Levemente estimulantes |
Efectos de las dosis altas | Estimulantes y psicoactivos | Relajantes y sedantes suaves |
Beneficios potenciales al usarse con psicodélicos | Es muy probable que aumente la intensidad de la experiencia Puede aliviar la ansiedad y la paranoia Puede prolongar la duración de la experiencia Puede reducir la resistencia del ego durante las experiencias difíciles | Puede aumentar la intensidad de la experiencia Puede aliviar la ansiedad y la paranoia Puede prolongar la duración de la experiencia Puede reducir la resistencia del ego durante las experiencias difíciles |
Riesgos potenciales al usarse con psicodélicos | Puede aumentar la ansiedad y la paranoia (especialmente en dosis altas) Puede resultar en experiencias “demasiado intensas”, que pueden ser aterradoras | Puede reducir la intensidad de la experiencia Puede resultar en experiencias “demasiado intensas”, que pueden ser aterradoras |
Hay unas cuantas razones por las cuales alguien puede elegir combinar marihuana o cáñamo con sus psicodélicos:
Vamos a tener que cubrir cada una de estas razones con un poco más de detalle porque la mejor manera de usar el cannabis variará dependiendo de su objetivo.
La mayoría de las personas consumen marihuana justo después del pico psicodélico para ayudar a promover un “aterrizaje más suave” durante la bajada de los psicodélicos. Cuando el efecto de las sustancias desaparece, puede ser una experiencia dura. Puede sentirse antisocial y muy introspectivo, ansioso o confundido. La marihuana parece ayudar con estos efectos, pero también puede llevarle de vuelta directamente a una experiencia psicodélica intensa si la consume demasiado pronto.
Si se utiliza la marihuana para ayudar a la bajada, la mayoría de la gente encuentra que es mejor empezar a utilizar cantidades pequeñas. Por ejemplo, unas pocas caladas de un vaporizador o un porro alrededor de las 4 o 5 horas después de consumir las setas y 5 o 6 horas después de la mescalina o el LSD.
Últimamente se habla mucho de un cannabinoide en particular, el delta-8-THC, para este propósito.
Como otros productos de THC, el delta-8-THC es psicoactivo, pero tiene una probabilidad mucho menor de provocar ansiedad. A menudo se le conoce como la versión “más relajada” del THC.
Los malos viajes son la pesadilla de los exploradores psicodélicos. La mayoría de las personas que tienen experiencia con los psicodélicos (incluyéndome) prefieren referirse a estas experiencias como “desafiantes” en lugar de “malas”, porque estas experiencias aterradoras o incómodas suelen ser las que más crecimiento y aprendizaje aportan. Son engorrosas y pueden ser muy conflictivas, pero una vez que la experiencia ha terminado, casi siempre son positivas.
Sin embargo, mucha gente quiere evitar estas experiencias desafiantes, especialmente si el objetivo de consumir psicodélicos es participar en una aventura agradable con los amigos.
Una de las principales causas de un mal viaje es la resistencia del ego. Cuando el ego comienza a disolverse, a menudo se resiste, lo que provoca pánico, paranoia y una sensación de miedo y terror. Anecdóticamente, el CBD puede ayudar a disminuir la resistencia del ego y permitirle sentarse y hacer la experiencia más abiertamente. Esto puede reducir significativamente la severidad de un mal viaje.
El cáñamo y el CBD son las mejores opciones para esto. La mayoría de las personas que usan estos productos de cannabis en combinación con los psicodélicos encuentran que es mejor tomarlos justo al principio del viaje, cuando los efectos empiezan a aparecer.
Empiece siempre con una dosis muy baja y aumente según le convenga. Tomar demasiado CBD puede tener el efecto contrario, así que empiece con unas cuantas caladas de un porro o vaporizador o con media dosis de CBD (en comparación con lo que tomaría normalmente). Siempre puede añadir más después, pero una vez que lo ha tomado, no hay marcha atrás.
Mucha gente opina que fumar la flor de cáñamo cruda es la mejor manera de usarla cuando se combina con psicodélicos. Fumar (o vaporizar) puede ayudarnos a poner los pies en la tierra. Es una práctica que se ha utilizado durante siglos junto a los psicodélicos, normalmente con tabaco.
Si alguna vez se encuentra en una maloka bebiendo ayahuasca, siempre hay unos cuantos cigarrillos de lapacho (tabaco ceremonial) previamente liados cerca para ayudarle a conectar con la tierra cuando empiece a sentirse caótico o fuera de control. He descubierto que la hoja de cáñamo tiene el mismo efecto, quizás más fuerte que el tabaco, lo que puede ser demasiado estimulante.
Algunos psicodélicos, como las setas mágicas, el peyote o el San Pedro, tienden a provocar náuseas. Incluso las náuseas más leves pueden verse amplificadas cuando los efectos psicoactivos empiezan a hacer efecto.
Hay muchas formas de contrarrestar los síntomas de las náuseas, como beber té de limón, beber setas en forma de té, no comerlas con el estómago vacío o beber té de jengibre junto con la dosis.
Mucha gente también utiliza el cannabis para aliviar las náuseas, pero la dosis es muy importante.
En general, necesitará dosis más bajas de THC (menos de 20 mg) y más altas de CBD o cáñamo (más de 20 mg) para anular los efectos nauseabundos de algunos psicodélicos.
No se recomienda utilizar el cannabis para prolongar la duración de los efectos psicodélicos. Estará caminando por una línea muy fina entre mejorar la experiencia y posiblemente llevarse al borde de una situación muy incómoda.
Sin embargo, es una práctica común en la comunidad de psiconautas.
Para ello, los usuarios combinarán la marihuana con sus psicodélicos a lo largo del viaje, con especial énfasis cerca del final del mismo.
La mayoría de las experiencias psicodélicas pasarán por ciclos de intensidad creciente, seguidos de pausas periódicas de efectos reducidos. La gente suele consumir marihuana con un vaporizador o porro durante los momentos de “bajada”, cuando los efectos no son tan intensos.
Mucha gente sugiere que esta práctica permite alargar 1 o incluso 2 horas la experiencia de los psicodélicos y puede hacer que los puntos altos sean aún más intensos.
La desventaja es que también puede aumentar los sentimientos de ansiedad y paranoia y puede conducir a un mal viaje.
Algunos usuarios esperan a que el viaje se acerque al final antes de consumir marihuana. Esta práctica puede llevarlo de nuevo a una experiencia intensa durante los minutos en los que normalmente se le pasaría el efecto.
La mezcla de los productos de cannabis y los psicodélicos es habitual, pero no está exenta de riesgos.
Aunque la combinación puede ser muy positiva para algunos (reduciendo los efectos secundarios como la ansiedad, las náuseas o la paranoia), no siempre es así.
La verdad es que los efectos que va a experimentar al mezclar ambos son totalmente impredecibles; cada persona es completamente diferente. Los factores como su experiencia personal con estas sustancias, las dosis que ha utilizado, su entorno, el ambiente y los factores genéticos individuales pueden influir en los efectos de la combinación.
Dicho esto, la idea general es utilizar una pequeña cantidad de marihuana o cáñamo de forma constante a lo largo de la experiencia para prolongar la duración, aumentar la intensidad y compensar algunos efectos secundarios. Para aquellos que buscan tener un aterrizaje más suave cuando las sustancias psicodélicas se desvanecen, el cáñamo se suele fumar cerca del final del viaje para mantenerse con los pies en la tierra y suavizar algunos de los incómodos efectos secundarios.